Este
es el relato que nos hace Lucia D´Agostino sobre la “tarde de té con Luisa
Goyeneche”
En
este hogar del barrio de Saavedra por donde he transitado durante largo tiempo,
yendo cada semana a recibir las enseñanzas de mi querido maestro Roberto
Goyeneche.
En
esta casa donde siempre con una sonrisa, y con un vaso de refresco preparado, me
ha recibido esta Gran mujer, esposa fiel, compañera incondicional de su amado
esposo: Luisa Goyeneche.
Y así
entre masitas y te, fotos, recuerdos y anécdotas del “Polaco” y de mi
experiencia de aprendizaje con él, mi querida Luisa, recuerda una vez más algo
que es mucho más que una anécdota en mi vida, que representa una estrella que
me dio su luz desde el cielo, cuando después de tomarme un casting, mi querido
Maestro Goyeneche, decide tomarme como su alumna exclusiva, como me decía con
su cariño paternal: “Mi pollo”
Gracias
Luisa por otra tarde inolvidable en su compañía!
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